El sindicato CSIF denunció ayer «los nuevos recortes que el
Gobierno regional está aplicando en educación». Y, en concreto, se
refieren a los trabajadores que atienden al alumnado con discapacidad,
revelando que «el 86% de las nuevas necesidades de puestos vacantes de
atención directa a niños con necesidades educativas especiales para todo
el año (auxiliares educadores, fisioterapeutas y una enfermera), han
sido cubiertas con contratos temporales, con una duración máxima de tres
meses». Este tipo de estudiantes, explican, «se ve, así, obligado a
cambiar hasta tres veces de personal especializado a lo largo del curso,
lo que dificulta su integración y los aboca a la marginación, dado que
es imprescindible que tengan al mismo trabajador especializado durante
todo el curso». Con esa medida, cargan, el Principado «se ahorra las
vacaciones» que debería abonarles.
Excepto sus viviendas tuteladas, de las que se ha hecho cargo la
federación provincial de Toledo de Cocemfe y dan cobijo a una decena de
jóvenes discapacitados, el resto de sus programas –inserción laboral,
rehabilitación itinerante, accesibilidad, cursos– han desaparecido. Desatendidas quedan las 2.500 personas a las que prestaba servicio cada año.